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¿Qué es el Capacitismo y cómo afecta?
Hoy vamos a hablar del capacitismo y las consecuencias que nos puede traer pero ¿qué es el capacitismo?
“El capacitismo es una forma de discriminación o prejuicio hacia individuos con discapacidad física, mental o de desarrollo que se caracteriza por la creencia en que estos individuos deben ser arreglados o de lo contrario no pueden funcionar como miembros completos de la sociedad”
(Castañeda & Peters, 2000)
No nos gusta lo diferente.
No nos gusta porque lo desconocemos.
Y por eso, lo tememos.
Y no queremos que se acerque, que «se nos pegue».
Y lo rechazamos cuando lo hace. Sin contemplaciones. Nos da miedo.
Y aparecen los prejuicios. Hacemos un grupo homogéneo de los individuos que integran ese colectivo temido y dejamos de ver las personas que los componen.
Personas únicas con sus singularidades a pesar de esa diferencia que también los define, pero no únicamente.
Y mientras tanto “Soy raro, ¿y si se dan cuenta, y si me rechazan?«
Y ahí comienza todo.
Me dedico a luchar contra eso. Intento que no se note, imito, intento agradar. Pero me cuesta mucho, me canso y nunca consigo llegar a lo que «tiene que ser», aunque para mí no sea.
Y la norma manda. Ahí esta el error.
Lo que te hace sufrir no está en ti, está en todos los demás, en la sociedad en su conjunto, que seguimos educando en la uniformidad.
¡Eso sí que es una locura!
Seguimos educando en el capacitismo, y creamos sociedades incapaces. No tienes que cambiar nada para encajar. Tenemos, como sociedad, que aprender a integrar.
Nos dicen una y otra vez lo que vale y lo que no. Desde ese punto de partida del capacitismo parece que la diferencia lleva implícita la idea de algunas personas son superiores a otras. Cuando, en realidad, lo que lleva implícito es que tenemos que conseguir entendernos.
Es complicado, hay que darle la vuelta a muchas cosas, es más fácil seguir como hasta ahora, pero cada vez es más difícil encajar.
Cada vez los límites son más estrechos.
Y no solo refiriéndonos a la diferencia en las capacidades físicas o mentales, sino a cualquier cosa, por pequeña que sea.
Las fobias cada vez son más.
Nos aterra ser gordxs, no ser fotogénicxs, ser calvxs o tener demasiado pelo, estar demasiado blancxs o demasiado morenxs, tener tripa, hacernos viejxs, no estar al día …
Y nos vamos metiendo en una vida rígida, de rechazo y de odio por no poder conseguir lo imposible, ya que nuestra naturaleza es cambio, y por lo tanto, lo contrario a inmovilidad o uniformidad.
Es en ese miedo a lo diferente y a la diferencia que nos hace llegar a odiar y odiarnos, donde debemos actuar, y no en el diferente o a la diferencia.
Porque es completamente absurdo. Porque es imposible. Porque provoca miedo y odio, y no solo a la otra persona por ser distinta, sino también a mí mismx.
Y la vida deja de poder ser vivida
No seamos condescendientes ni infantilicemos, no digamos “pues no se nota tanto”, y pongámonos en su lugar para empezar el cambio de perspectiva.
Nos relacionamos como pensamos.
Escrito por Begoña Peraita
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