B. Albalat psicología

📍Valencia y 💻 online

¿Cómo es la primera sesión de terapia? Mitos sobre la primera sesión de terapia.

Tiempo aproximado de lectura: 2 min

¿Nunca has ido a una consulta de psicología y quieres saber cómo es la primera sesión de terapia?

Te contamos las cosas que van a pasar si vienes a nuestra clínica por primera vez  y desmontamos mitos sobre lo que es la primera sesión de terapia psicológica.

Mito 1. Habrá un diván

Muchxs pacientes nos dicen al entrar «Esperaba el típico diván».

Pues este mito del diván tiene mucho sentido según la corriente que escojas, pero desde luego no lo encontrarás en nuestra clínica y en ninguna que siga una corriente cognitivo-conductual.

¿Por qué?

Imagina una primera sesión de terapia en que tú llegas, saludas a tu psicólogx y te tumbas de espaldas a él/ella durante una hora para hablar sin veros la cara… En la corriente psicoanalítica (en la que se utiliza diván) se trataría en principio de que el psicólogx interprete las cosas que tú le cuentes así que el diván encaja bien en esa ecuación.

Pero en la corriente cognitivo-conductual eso no sucede así. Lo que encontrarás al entrar al despacho será una mesa y sillas. Como en cualquier despacho.

Un ambiente cómodo donde poder hablar cara a cara y contar todo aquello que te viene ocurriendo y te preocupa. Teniendo en frente a una persona que te escucha activamente y te guía en cada una de las cosas que va necesitando saber.

Mito 2. En la primera sesión de terapia me encontraré nerviosx y no muy cómodx.

No será así. Es trabajo de la persona profesional hacer que te sientas lo más cómodx posible.

De hecho para nosotras particularmente es un trabajo que empieza desde que pides esa primera sesión de terapia por teléfono.  Y después desde que entras por la puerta ya que en la clínica hay siempre un ambiente hygge (palabra danesa para definir un ambiente acogedor teniendo en cuenta todos los aspectos, desde la música, la temperatura, la luz, etc.)

Y ya una vez en el despacho, es nuestro trabajo hacer que esas cosas que tienes que contar y que son tan difíciles e importantes para ti sean más fáciles de compartir. Resulta tranquilizador comprobar cómo él/la profesional hace que sientas que comprende todo lo que te ocurre y sabe cómo solucionar eso. Es un trabajo en equipo entre tú y tu psicólogx.

Mito 3. Me desahogo y ya está.

Esa primera sesión de terapia tiene una característica particular y es que muchas veces las personas que venís nunca habéis hablado con nadie de eso que os pasa. Así que simplemente por hablar de ello ya os sentís mucho mejor. Pero lo interesante de esa primera sesión de terapia es que el/la psicólogx obtiene mucha información sobre ti y lo que te ocurre y así puede dibujar una línea de intervención adecuada y personalizada para ti.

En nuestro caso, dado que aplicamos terapia cognitivo-conductual, todas las técnicas que se aplicarán en la terapia serán técnicas de intervención avaladas científicamente y recomendadas por la OMS.

Mito 4. En la primera sesión de terapia me aconsejan qué hacer.

La primera sesión de terapia, como decíamos, está dedicada a que el/la psicólogx obtenga información sobre lo que te ocurre.

Algunas veces se trata de una consulta puntual sobre algo muy concreto que se puede resolver en una sola sesión pero no es lo habitual.

Lo más habitual es que la primera sesión sea una hora dedicada a evaluar por parte de él/la psicólogx y darte información sobre qué te ocurre.

Algunos otros mitos, no de la primera sesión de terapia, de la terapia en sí misma…

Mito 5. Sin saber cómo me iré encontrando mejor.

Al revés, sabrás muy bien cómo y porqué. Y eso es lo bueno. Una vez sabes qué hacer para encontrarte mejor ya eres tú mismx quien aplica lo aprendido.

La terapia es un proceso de aprendizaje.

Mito 6. La terapia me hará conocerme mejor.

Quizá, pero sólo si vienes porque tienes un problema de esas características. Si no es así, la terapia te ayudará a conocer mejor tu problema y cómo manejarlo y resolverlo.

Escrito por Begoña Albalat

https://www.psicologadevalencia.es

Si te ha interesado este artículo también puede interesarte:

Creo que necesito un psicólogo pero…