B. Albalat psicología

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Me siento culpable

Tiempo aproximado de lectura: 2 min

«Me siento culpable por cosas y no sé perdonarme cuando he cometido un error, me siento mal en bucle y le doy demasiadas vueltas»

Acabamos el ultimo articulo sobre cómo pedir perdón, con la frase “Ahora te toca perdonarte a ti«

Así, tal cual. 

Porque si perdonar y pedir perdón no es fácil, perdonarnos tampoco lo es. 

Hay que aprender a salir de ese bucle de culpabilidad. Ese «me siento culpable» que acaba haciéndote sentir tan mal.

Es horrible sentirnos culpables. Pero es algo que a todos nos pasa. Tarde o temprano la culpa te va a visitar hayas o no hayas hecho nada, porque la culpa es una emoción que podríamos decir que a veces viene «Por defecto» .

Ademas la culpa es una emoción dolorosa porque no tiene que ver con las otras personas como por ejemplo la vergüenza, sino contigo.

Eres tú quien valora y quien se condena y también «por defecto» solemos ser mucho más implacables con nosotrxs que con las demás personas.

Sería algo así:

«Has hecho algo mal, le has hecho daño a alguien y por lo tanto eres lo peor y te mereces sentirte como te sientes”

¿Te suena eso?

A veces algo que no le tendríamos en cuenta al alguien si se trata de nosotrxs es otra historia. De ahí el «Me siento culpable y no sé perdonarme». Porque no es incompatible con un «Pero sí sé perdonar a lxs demás y casi nunca culpo a otras personas de mis cosas»

Es importante saber que es necesario que exista esta emoción porque cuando la culpa es real, es decir hay una falta objetiva, he hecho o dejado de hacer algo que ha provocado algún daño a alguien, sentirla me ayuda a solucionar el problema, o al menos a darme por enteradx . Podríamos llamarla «hacerme responsable».

Pero cuidado con la culpa que no es objetiva:

  • Cuidado con tus reglas. Ya hay bastantes reglas para garantizar el bien común como para que seas muy estrictx con las tuyas propias. “Debo hacer tal o cual siempre o seré …” Si te pones muchas la posibilidad de infringir alguna lógicamente aumenta. Es importante revisarlas de vez en cuando, igual ya no te representan.
  • Cuidado también con la gente que tiene la habilidad de hacerte responsable de todos sus males. Y cuidado si eres tú. Es tentador exculparse pero te garantizo que no funciona. «Es tu culpa que no adelgace no paras de comprar cosas»
  • También a veces nos sentimos culpables por no satisfacer algo que el otro quiere o necesita de mí. No siempre se puede o nos viene bien hacerlo y no pasa nada . «No puedo acompañarte esta tarde». Ya se le ocurrirá algo dejemos que los demás hagan algo con eso. No hacer siempre lo que el otro quiere de mí no es ser egoista ni es ser mala persona aunque así lo sintamos. 

Sería interesante hacernos más veces la pregunta:

¿Aunque me sienta culpable de esto, realmente lo soy? 

Si es así nunca olvidar que nadie es infalible y que lo importante es “¿Qué hago con esto?» Y no quedarnos demasiado rato en “No debí haber hecho eso»

No vale para nada.

Escrito por Begoña Albalat

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