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La frustración es necesaria porque es inevitable. Es una emoción que aparece súbitamente y debemos aprender a controlar.
¿QUÉ ES LA FRUSTRACIÓN?
La frustración se deriva de la no obtención del resultado esperado tras emitir una conducta que requiere un esfuerzo.
Y esto dicho en otras palabras: Quiero algo y lo quiero en un momento determinado. Me esfuerzo para conseguirlo y no lo consigo.
¿CÓMO SÉ QUE LO QUE SIENTO ES FRUSTRACIÓN?
Se manifiesta como enfado, llanto o desesperanza. Y en el caso de lxs niñxs muchas veces en forma de rabietas.
Precisamente muchas veces las personas adultas tratamos de «salvar» a lxs niñxs de la frustración, pero todavía más en ellxs la frustración es necesaria.
Además la frustración nos hace tener sensación de ganas de abandonar. Y pueden aparecer pensamientos como «No voy a poder conseguirlo», «no sirvo para esto», «soy un fracasado»…
En nuestro día a día podemos sentir frustración en ocasiones como estas:
- Cuando estudiamos mucho para un examen y lo suspendemos.
- Cuando nos esforzamos por hacernos entender en una discusión y no nos comprenden.
- Cuando tratamos de llegar a un sitio a una determinada hora y nos quedamos parados en un atasco.
- Cuando queremos concentrarnos en una tarea pero algo nos distrae constantemente.
- Cuando tratamos de dormir por la noche pero un pensamiento que nos preocupa no nos lo permite.
Estos son algunos de los ejemplos de situaciones cotidianas en las que podemos sentir esa frustración.
Lo verdaderamente importante y que debemos conocer de la frustración es:
– Cómo prevenirla.
– Cómo me aleja de mi objetivo.
– Cómo actuar ante ella.
¿CÓMO PREVENIRLA?
Desarrollando «tolerancia» a la frustración.
Esta es la razón por la que la vemos como algo a lo que exponerse y lo que nos hace decir que frustración es necesaria.
Es importante que desde pequeñxs eduquemos a nuestrxs hijxs de manera que aprendan a tolerar ese sentimiento porque si no lo hacemos cuando aparezca en la edad adulta será mucho más paralizador.
Consiste en un aprendizaje sencillo que se basa en la repetición. Cuando aparezca una situación que le frustre no debemos como padres/madres resolver dicha situación por ellxs, aunque a simple vista nos parezca la forma más sencilla de hacer sentir mejor a nuestrxs hijxs esto solamente supondrá una lección no aprendida.
Las situaciones frustrantes van a aparecer siempre y sólo aprendiendo a tolerar la emoción podremos ser resolutivos ante ella y no dejar que nos amedrante y nos limite.
¿CÓMO ME ALEJA DE MI OBJETIVO?
Cuando no hemos desarrollado una buena tolerancia, al aparecer la frustración nos afecta de una forma desmedida. Nos hace sentir enfadadxs, tristes, con ansiedad…todos ellos sentimientos que nos hacen menos productivxs, no nos dejan pensar con claridad y reducen nuestro rendimiento.
Imagina un partido de fútbol donde un equipo va perdiendo por goleada. Cada vez que el equipo que va ganando mete un gol, lxs jugadorxs del otro equipo van sintiéndose cada vez más débiles ante el contrincante, posiblemente tristes al ver alejarse sus posibilidades y por lo tanto no jugarán con la misma «garra» que lo habrían hecho si no hubieran tenido este sentimiento.
Además es posible que se sientan enfadadxs (muchas veces con ellxs mismxs), emoción que les impedirá retomar la concentración.
¿COMO ACTUAR ANTE ELLA?
Es importante detectar qué pensamientos son los que me están haciendo sentirme así.
Detectarlos, suprimirlos y sustituirlos por otros que me hagan ser más pro-activx.
Si tras un suspenso pienso: «No voy a conseguir aprobar nunca», debería suprimir ese pensamiento y cambiarlo por «Si quiero aprobar tengo que planificarme mejor que esta última vez»
Esto no es fácil cuando no se ha desarrollado desde pequeñx la llamada «tolerancia a la frustación».
En el caso de que me sienta tan enfadadx, triste y/o ansiosx ante una situación que pierda el control de mis actos o que sea incapaz de conseguir mis objetivos siempre es recomendable consultar a un/a profesional de la psicología que puede ayudarme a aprender cómo no dejarme inundar por esas sensaciones y retomar el control en todas esas situaciones que me frustran.