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Generalmente el proceso de duelo es un proceso temido y que se considera negativo. Nada más lejos de la realidad, es un proceso natural, necesario y saludable.
¿Cuándo aparece el duelo y cómo debe vivirse?
El más común es aquel que aparece tras la muerte de un ser querido, pero también existe el duelo como consecuencia de la pérdida de alguien en nuestra vida aunque esta persona no fallezca.
Es un proceso natural y saludable que está orientando a superar la pérdida y aprender a vivir sin esa persona, aunque sea en su mayor parte doloroso es positivo dejar que el duelo suceda sin poner barreras a la hora de experimentarlo como pueden ser los sentimientos de culpa, el bloqueo emocional, las rumiaciones…
Tratar de evitar el dolor nos aleja de la superación de la pérdida
Fases del proceso de duelo:
No se trata de vivir de forma descontrolada el dolor sino más bien de reconocer cada una de las fases, sin alarmarse y sin evitarlas.
Estas fases no necesariamente siguen un orden ni tampoco se dan necesariamente todas.
- Embotamiento: La persona se siente «como si estuviera soñando», como anestesiada, como si nada fuera del todo real. Suele darse durante los primeros días y es positivo como medida protectora de un dolor demasiado intenso.
- Anhelo: Echar de menos al ser querido que ha fallecido, recordar los lugares y vivencias con ese ser querido. Llanto, ansiedad, rabia…
- Apatía: Desesperación, sentirse «sin ganas de nada», pérdida de los apetitos, baja capacidad de disfrute del ocio.
- Recuperación: aceptación de la pérdida, es un proceso lento que tiene pequeñas recaídas que no deben hacernos pensar que no podremos estar bien. Se comienza a disfrutar de los momentos de ocio, aunque sean puntuales, y es cuando deben empezar a introducirse las actividades que antes nos hacían disfrutar, actividades nuevas y relaciones sociales.
Niveles de experiencia del duelo:
La tristeza, como la aceptación, se experimentan de tres formas:
- A nivel cognitivo: de forma consciente, recordando a ese ser querido, pensando en las vivencias compartidas, recordando los buenos momentos, imaginando cómo sería la vida si no se hubiera marchado…
- A nivel fisiológico/emocional: angustia, apatía, falta de apetito, insomnio, rabia…
- A nivel conductual: llanto, abandono de las relaciones sociales y recuperación cuando llega la aceptación, agresividad…
¿En qué te puede ayudar la terapia?
La terapia en el duelo es simplemente un acompañamiento mientras transitas por esas etapas. La terapia te ayuda a comprender esos pensamientos y emociones. Pero nunca irá en la línea de evitar el dolor.